Autores/as
Resumen
El artista como el pedagogo desdramatiza las situaciones en las que se ve comprometido, no ve su labor desde una posición de desventaja o de sacrificio, para ello debe experimentar en todos los niveles, tanto a nivel personal, como a nivel grupal y social. El pedagogo y el artista aprenden un saber ser-hacer, pensando, problematizando, criticando, por ello no puede ignorar lo que sabe, no puede desconocer con lo que cuenta, y no puede negar lo que es, debe esforzarse para comprender las situaciones vividas, La persona formada para el teatro y en el teatro entiende la sociedad como algo que se transforma, que cambia, que muta, e incide en estas transfiguraciones. Hablo de maestros capaces de una continua formación, en la cual se reconocen didácticas, métodos, escuelas, teorías, pero sobre todo nuevas y renovadoras perspectivas de enseñanza-aprendizaje. Hablo de maestros que todos los días están dispuestos a aprender, a investigar a desechar y a retomar, a dejarse influenciar por el conocimiento contemporáneo, pero sin negar las raíces, sin desmeritar lo que la humanidad ha producido en su campo de saber.
Palabras clave:
Citas
Vázquez, Carlos. “Pedagogía Teatral”. Revista Mímesis No. 3. Guadalajara: Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad de Guadalajara.