Authors
Abstract
Esta autoetnografía aborda el proceso de emergencia, consolidación y legitimación de un liderazgo, denominado por la autora como neochamánico, así como la amplia gama de prácticas de poder que éste instauró, cooptando la fe y la confianza de aquellos que se volvieron sus seguidores y súbditos asiduos. La vivencia, por más de diez años en el seno de una comunidad neochamánica urbana, le permite a la narradora hacer un retrato estremecedor de la experiencia vivida y de la manera en que se estableció un fino andamiaje de la creencia, particularmente reglamentado y cooptado, que desembocaría en el despliegue de un régimen de violencia moral, espiritual, de género y sexual. El liderazgo enceguecedor del neochamán, mediado por plantas asociadas a rituales indígenas diversos, como el yajé, el mambe de coca y el ambil, determinaría años de vivencias hiperritualizadas. Estas experiencias, permeadas por visiones altamente estereotipadas del mundo indígena y por la omnipresencia del liderazgo neochamánico, generaron, en algunos miembros de la denominada Comunidad de Paz Carare de Pensamiento Bonito (CPCPB), consecuencias dolorosas y traumáticas. Los fenómenos descritos, a lo largo de esta narración detallada de lugares, de relaciones entre humanos, de encuentros y desencuentros entre humanos y plantas, de hitos vitales coyunturales, llevarán a la autora, en su conclusión, a asociar lo vivido con fenómenos más amplios ya conocidos de deriva sectaria.