Autores/as
Resumen
Eso que nuestra realidad contemporánea no se puede comprender sin tomar en cuenta las extensas redes imaginarias del poder. Estas redes permiten explicar las nuevas formas que alimentan y reproducen la legitimidad de los Estados postmodernos, como complemento cada vez más indispensable de los tradicionales mecanismos de representación democrática. He desarrollado esta idea desde hace varios años, y la he aplicado a las condiciones de años setenta, a la vida política mexicana de los años post-revolucionarios y a las reacciones del gobierno de los Estados Unidos después del fin de la guerra fría. Estas redes generan constantemente los mitos polares de la normalidad y la marginalidad, de la identidad y la otredad, y cristalizan en simulacros estrechamente ligados a los procesos de dislocación crítica típicos de las sociedades postmodernas postmodernas.