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Resumen
En este artículo, procuro hacer un examen cuidadoso del principio de sustitutividad, algunas veces llamado 'la ley de Leibniz', o 'el principio leibniciano de identidad de los indiscernibles'. Tras ofrecer una formulación precisa e independiente de estos tres principios, me ocupo de ciertos supuestos contraejemplos al principio de sustitutividad y discuto, por separado, las supuestas fallas que se pueden atribuir a las paradojas de la intensionalidad, las dificultades implícitas en las condiciones de verdad de expresiones modales y los contextos epistémicos. Sostengo que los supuestos contraejemplos a duras penas se ajustan al sentido original que el mismo Leibniz le quiso dar al principio. Además, argumentaré que una versión restringida de la sustitutividad puede ser verdadera y recomiendo que se hagan esfuerzos adicionales para salvar el principio, bajo la convicción de que el rechazo adecuado de los ataques en su contra nos permitiría comprender mejor los planteamientos de Leibniz sobre la identidad.