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Resumen
La ciencia plantea problemas puntuales que resuelve con ayuda de métodos estrictos, y en su continua búsqueda de explicaciones encuentra dificultades aparentemente insolubles y profundos interrogantes cuyas respuestas eluden el uso de sus métodos científicos, y asi entonces ingresan al terreno de la especulación filosófica. Entre éstos se destaca el llamado Principio Antrópico, propuesto para dar una respuesta al enigma de la aparición del hombre en el cosmos: ¡que hubiera aparecido el hombre dentro de la evolución cósmica es tan extraño como esperar un "hoyo en uno" (en golf) del primer golpe de un invidente con la enfermedad de Parkinson! Si bien este principio muestra un proceso de creación, de construcción, de armonía, dirigido desde el Big Bang hasta la llegada del Homo Sapiens, el presente ensayo se apoya en numerosos datos de física y en algunos hechos históricos bien conocidos para sugerir una breve conclusión: que los impulsos agresivos y destructivos del ser humano nos permiten conjeturar que, en lugar de ser la meta de la evolución, la humanidad es un mero eslabón de una todavía inconclusa cadena evolutiva.