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Resumen
En las últimas décadas los criterios para determinar las áreas que deben ser protegidas han evolucionado y avanzado de la mano de la biología de la conservación y de herramientas tecnológicas como los sistemas de información geográfica. La calidad y belleza de los paisajes ya no son los únicos criterios para la selección de un área; también se han incorporado la representatividad y la complementariedad que una reserva ofrece para la protección de la biodiversidad. También se utilizan análisis a diferentes escalas de protección (globales, locales y mesoescala), y se han generado diversos enfoques basados en las especies (indicadoras, sombrilla, focales y análisis de vacíos), que tienen como fin la selección de áreas o la detección de fallas en el actual sistema de reserva. Por último, entre las problemáticas que enfrenta la conservación de dichas áreas se incluye no sólo la presión que ejerce el hombre en el interior de las reservas sino en las áreas conexas. En el caso particular de Colombia, el conflicto armado, el narcotráfico y la pobreza juegan un papel importante en el deterioro y pérdida de la diversidad dentro del Sistema Nacional de Áreas protegidas del país.